PREHISTORIA
Primeros cobijos con ramas, construidos a mano y sin ningún tipo de detalle, seguimos con cuevas y estructuras, y finalmente con cabañas cubiertas con pieles.
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ANTIGUA GRECIA
La antigua arquitectura griega se caracteriza por su alta normalización, tanto en su estructura como en su ornamentación. Esto es especialmente verdad en los templos, donde cada construcción parece haber sido diseñada como una figura escultórica en el paisaje, a menudo situada en un terreno alto para que la sofisticación de sus proporciones y las influencias de la luz en sus superficies sean perceptibles desde todas las perspectivas.
Los principales atributos de los edificios son la sencillez, la proporción, la perspectiva y la armonía. Los rasgos formales de la arquitectura de la antigua Grecia, especialmente son la distinción del estilo arquitectónico, se organizan en tres ordenes claramente establecidos: el orden dórico, el orden jónico y el orden corintio, que ejercieron un impacto significativo en la arquitectura occidental de periodos sucesivos.
La arquitectura de la Antigua Roma adoptó numerosos componentes de la de Grecia y mantuvo su impacto en Italia constante hasta la actualidad. En aquel entonces, los materiales más habituales eran la madera y los ladrillos de barro.
Obra más emblemática de la antigua Grecia, El Partenon.
ROMANA
La arquitectura romana se distingue por su monumentalidad, funcionalidad y durabilidad. Entre las características más notables está el uso del hormigón, que permitió a los romanos construir edificios a una escala nunca antes vista.
Las siguientes son algunas de las particularidades más destacadas de la arquitectura romana. A diferencia de la arquitectura griega, la arquitectura romana intenta generar espacios cerrados. La arquitectura romana se distingue por su orden, planificación, simetría y regularidad. Los edificios, ya sean de uso civil o religioso, son abundantes y prácticos.
En la civilización romana, los materiales más utilizados son la piedra, el ladrillo y el hormigón. Los aparejos romanos representan la organización de estos elementos.
PALEOCRISTIANA
La arquitectura paleocristiana se refiere a la etapa más antigua de la arquitectura cristiana, que tuvo lugar en el Imperio romano durante la época antigua. Principalmente surgió como una exigencia para la edificación de construcciones apropiadas para los rituales de la fe cristiana.
Fue en Roma, que a futuro se convertiría en el núcleo de la cristiandad, donde tuvieron lugar las primeras expresiones de monumentos arquitectónicos en el contexto de los cementerios o catacumbas, en una fase de clandestinidad a causa de las persecuciones sufridas por los fieles cristianos. Durante ese mismo periodo, para realizar reuniones de culto religioso se recurrió a viviendas privadas, adaptándose algunas de sus habitaciones para tal propósito
Las esculturas se distinguen principalmente por su funeraria naturaleza, y se componen principalmente de sarcófagos tallados con representaciones de los primeros milagros de Cristo y escenas del Antiguo Testamento. Los mosaicos paleocristianos tienen una gran tradición, adornando los sepulcros o los pavimentos de las basílicas.
La arquitectura paleocristiana se distinguió por el reaprovechamiento de materiales provenientes de construcciones romanas, denominado spolia. Los recursos más habituales eran: Ladrillo: Se emplea principalmente en muros y arcos. Mármol y piedra: Empleados en revestimientos y columnas.
ROMÁNICO
Este estilo de arquitectura se distingue por sus edificaciones robustas, enormes y adornadas, que manifiestan el impacto de la arquitectura romana y el arte bizantino. La arquitectura románica dejó una herencia asombrosa en muchas iglesias, conventos y castillos distribuidos por Europa.
Se puede notar su particular estilo en el uso de arcos de medio punto, paredes altas, ventanas reducidas y una abundancia de elementos decorativos. Estas cualidades le confieren un aspecto sólido y discreto, pero al mismo tiempo cautivador y repleto de encanto.
La arquitectura románica ejerció una gran influencia en la sociedad medieval, dado que las iglesias constituían el núcleo de la vida social y religiosa. Estas construcciones majestuosas presenciaban ceremonias y acontecimientos relevantes, y su diseño proyectaba un sentimiento de espiritualidad y trascendencia.
En España, es posible observar la arquitectura románica en sitios como la catedral de Santiago de Compostela, la iglesia de Santa María del Naranco en Asturias y el monasterio de San Juan de Duero en Soria, entre otras ubicaciones.
En la arquitectura Románica frecuentemente se usaba el «calicanto» a base de mampostería aglutinada con argamasa (mortero de cal, arena y agua), otros materiales usados fueron el ladrillo (sobre todo en España), la madera (para cubiertas de templos no abovedados), la pizarra y el barro cocido (tejas de tejados).
GÓTICO
El estilo gótico emergió de la arquitectura románica, un estilo que proviene de los romanos y bizantinos, donde las edificaciones incorporaban arcos de medio punto, pilares sólidos, techos elevados, paredes de gran tamaño y pequeños vitrales. Así, la arquitectura gótica representó un avance en métodos de edificación, dado que posibilitó la adaptación de los componentes característicos del románico para generar un estilo arquitectónico totalmente innovador.
La arquitectura gótica se distinguía por arcos sobredimensionados, amplias ventanas y bóvedas de mayor tamaño. Además, los edificios eran de gran altura, lo que resultó en paredes más estrechas y los arquitectos emplearon contrafuertes voladores, levantando construcciones majestuosas que proyectaban una impresión etérea y más cercanas al firmamento. Como es conocido, los edificios también se distinguen por sus agujas en punta y una decoración intrincada. Por lo tanto, gracias a su hermosura, la arquitectura gótica fue empleada para edificar grandes construcciones religiosas, tales como catedrales, abadías e iglesias a lo largo de Europa.
Los materiales clásicos de la arquitectura gótica era la piedra combinada con grandes extensiones de cristal.
RENACIMIENTO
La arquitectura del Renacimiento supone una ruptura con el modo de pensar y hacer en el mundo medieval, un retorno al mundo clásico como base de inspiración y el hombre situado como epicentro del pensamiento. Por ello, podemos ver las características comunes que unifican todas las obras arquitectónicas.
Ideal clásico, los elementos de origen greco-romano son un punto de inspiración en la construcción de todo tipo de obras arquitectónicas de esta época, incorporando el uso de las columnas y capiteles representativas del periodo clásico.
La incorporación de la perspectiva, el volumen y la dimensionalidad de los espacios toma cierta importancia dentro de la arquitectura en el Renacimiento, diseñando lugares en armonía con elementos que aportan uniformidad en su conjunto para crear cierta perspectiva.
BARROCO
En la arquitectura barroca domina la riqueza ornamental, la monumentalidad, el efectismo, la teatralidad y la espectacularidad. Sin embargo, el barroco no fue un estilo unificado, sino una tendencia que se interpretó de manera particular en cada país y región.
Las edificaciones barrocas poseen diversos centros o ejes constructivos según la complejidad del diseño. En lugar de restringirse a figuras con un único eje central, como el círculo, el cuadrado y la cruz griega, crean un efecto policéntrico mediante otras figuras o mediante nuevas y atrevidas combinaciones de las figuras mencionadas.
La arquitectura barroca prefiere el uso de las líneas curvas y las superficies ondulantes. En este sentido, abandona las líneas rectas y las superficies planas. Como consecuencia, en el barroco se prefiere el uso de plantas elípticas, aunque también formas complejas mixtilíneas, es decir, que combinan líneas curvas y rectas. Se usan también formas de la naturaleza para la proyección de plantas inusuales.
El propósito del dinamismo fue diluir los límites espaciales y crear un efecto de continuidad e infinitud mediante la forma abierta, que implica el suavizado de líneas y volúmenes segmentados. También se pretendió lograr este efecto por medio de la decoración.
NEOCLÁSICO/ INDUSTRIAL
La arquitectura neoclásica retomó la estética grecorromana y la mezcló con los avances técnicos y sociales de su época, el resultado de esto fue un estilo que abrió el camino para la arquitectura civil y cultural, y que además se convirtió en el símbolo de la belleza y el progreso humano.
La arquitectura neoclásica es el nuevo clásico, entendiéndolo como todo aquello relacionado a los griegos y los romanos. Así, los elementos arquitectónicos vistos en construcciones como el Partenón de Atenas, en Grecia, o el Panteón de Roma, en Italia, vuelven a vestir los edificios y las ciudades del siglo XVIII.
Como todo en la historia, el neoclásico se creó como una oposición, en este caso del barroco y el rococó, por lo que las curvas, el excesivo ornamento, el color dorado y las intenciones de movimiento y profundidad, fueron sustituidos por los cánones de la antigüedad: las órdenes dóricas, jónicas y corintias, los frontones, las bóvedas y las cúpulas. Este movimiento encontró su potencial en la escala y las proporciones, pues sus edificios gozaron de tamaños monumentales, tanto en altura como en longitud. Al perder la excentricidad de su corriente antecesora, el neoclasicismo se decantó por las formas simples, las líneas rectas, el orden, y sobre todo, la pureza en lo formal y en la colorimetría.
Durante esta época el material fundamental sigue siendo la piedra, sobre todo el mármol, aunque algunos arquitectos introducirán nuevos materiales, como el hierro.